domingo, 12 de febrero de 2017

La leyenda del robo de cabellos



Se dice que la esposa del dios Thor, Sif, diosa de las cosechas, tenía un hermosísimo cabello dorado con propiedades mágicas que cubría todo su cuerpo como un velo brillante; ella estaba muy orgullosa de su cabellera, igualmente su esposo. Sin embargo, una noche, ella se encontraba durmiendo plácidamente en sus aposentos cuando de pronto Loki, el hermano de Thor, se acercó con sigilo hasta la mujer y con mucho cuidado, movido por la envidia y la codicia, robó su cabello, dejándola casi calva. La mañana siguiente Thor enfureció al ver a Sif en ese estado y juró castigar a quien le hubiese hecho aquello; pronto conjeturó que había sido su hermano detrás de esa fechoría, por lo que fue en su búsqueda. Loki intentó huir, cambiando de forma para despistar a Thor, pero al ser atrapado por él, no pudo hacer más pedir clemencia, y siendo su hermano, cedió a sus suplicas. Pidió perdón por haber robado los cabellos de Sif, pero no fue escuchado hasta que prometió llevarle una nueva cabellera, tan bella y larga como la primera.

Tras finalmente dejado libre, Loki se dirigió a Svartálfaheim, el mundo en que habitaban los Elfos Oscuros, quienes tenían fama de ser los mejores artesanos. Una vez allí buscó a Dvalin, para que fuera él quien fabricara la cabellera y otros regalos para aplacar la ira de su padre, Odín, y de Freyr, otro de los dioses principales. Así fue entonces que se elaboró trenzas de oro puro que crecería rápidamente sobre la cabeza de Sif con tanta naturalidad como si fuera su cabello, y también se forjó Gungner, una lanza que jamás fallaría su objetivo, y la nave Skidbladnir, un barco que podía navegar tanto por las aguas como por los mares, y aunque esta contuviese a toda la población de Asgard dentro de ella, podría doblarse hasta alcanzar un tamaño tan pequeño que podría ser guardado en un bolsillo.

La leyenda del robo de cabellos mitología nórdica

Satisfecho con sus obras, Loki declaró a Dvalin como el mejor herrero entre todos los Elfos, pero Brokkr, otro elfo, al oír estas palabras, proclamó que junto a su hermano Sindri podría fabricar tres artefactos que superaran a los de Dvalin, por lo que Loki le retó a probar su habilidad con su cabeza contra la de Brokkr como garantía.


Seguidamente, Brokkr y su hermano forjaron los tres artilugios. Brokkrr soplaba el fuego con un fuelle mientras Sindri se ocupaba de la elaboración de los artefactos; mas, para que el trabajo fuera perfecto, Brokkr no debía detenerse en ningún momento, y Loki, aprovechándose de esto y con intenciones de que sus contrincantes perdieran la apuesta, se transformó en un tábano y picó su mano, y a pesar del dolor, Brokkr siguió con su labor y fue así como su hermano pudo sacar su obra del fuego sin ningún percance: Gullinbursti, un enorme jabalí salvaje capaz de viajar más rápido que cualquier caballo sobre tierras, agua y aire. Cuando el par continuó con sus con su labor, Loki, aún en la forma de tábano picó ahora la mejilla de Brokkr, más fuerte que la vez anterior, pero este no se detuvo y eventualmente el segundo artefacto estuvo listo. Era el mágico y hermoso anillo de Draupnir, del que caerían ocho anillos similares cada nueve noches. Mientras se elaboraba el tercer artefacto, Loki, ya desesperado, utilizó su última oportunidad y picó al elfo por encima del ojo, de forma que la sangre cubrió el ojo de Brokkr en un momento y al limpiársela, interrumpió muy brevemente su tarea, y no importó lo rápida que había sido la interrupción: el daño era irreparable, el artefacto tenía un defecto. El martillo que habían hecho tenía el mango un poco corto, no obstan te, los elfos se presentaron ante los dioses de Asgard, seguros de su victoria.

Mitología nórdica el robo de cabellos de Sif

Brokkr hizo la entrega de sus obras, dándole en anillo a Odín, el jabalí a Frey y el martillo Mjölnir a Thor, explicando que a pesar de su pequeño desperfecto, era un objeto muy poderoso, pues podría incluso derribar montañas de un solo golpe sin resultar perjudicado, al igual que si lo lanzaba, nunca fallaría su objetivo; nadie podría hacerle frente a esta arma. 


Loki, a su vez, también entregó sus regalos. Dio a Odín la lanza, a Frey, el barco, y a Thor, la cabellera dorada para su esposa, y aunque los bucles de Sif crecieron aún más bellos que su cabellera original, los dioses decidieron que Brokkr había ganado la apuesta dado que Mjölnir era el mejor de todos los regalos, ya que en manos de Thor sería de gran valor en la lucha contra los Gigantes de Hielo. Entonces Loki huyó precipitosamente, pero pronto fue alcanzado por su hermano, quien lo llevó con los elfos, sin embargo, este fue capaz de salvar su vida al alegar que aunque por derecho, su cabeza no le pertenecía, no podían tocar su cuello, pero Brokkr decidió que si bien no podría cortar su cabeza, bien podría coserle la boca para que no pudiese engañar a nadie más.

Loki soportó las burlas de los otros dioses, pero tiempo después se las ingenió para cortar el hilo que juntaba sus labios, y volvió a ser tan locuaz como siempre.

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