jueves, 30 de marzo de 2017

Leonarda Cianciulli



Muchas veces algunos vecinos se convierten en amigos y que los amigos son considerados como parte nuestra familia. Puedes contar con ellos para las cosas buenas y malas, te dan buenos consejos y sabes que siempre estará ahí para todo lo que necesites.

Una traición por parte de un amigo puede ser muy dolorosa. Lo más probable es que la relación se acabe pero existen casos en los que la traición conlleva a la muerte.


Un ejemplo de esos lo tenemos en la famosa serie de Pequeñas Mentirosas donde las amigas de Alison la entierran porque las había traicionado.


Y aquí comenzamos con la historia de una mujer llamada Leonarda Cianciulli, la cual no tenía muy claro el concepto de amistad.


Era conocida como la jabonera de Correggio y a continuación intentaremos entender por qué actuó así a pesar de que sus acciones no tengan justificación alguna.


Tuvo una vida un poco difícil. Fue producto de una violación y su madre era alcohólica. No cuidaba nada de ella y cuando fue un poco más mayor, Leonarda se negó a la propuesta de su madre de casarse con su primo y eligió como esposo a Raffaelle Pansardi. Según ella, en ese momento, la madre le echó una maldición. Tuvo dos intentos de suicidio aun siendo una niña.


Todo esto junto a la cantidad de supersticiones en las que creía, hicieron que su vida se volviese en torno a la ignorancia y los crímenes por Italia en 1940.


Solo cuatro embarazos, de 17 que tuvo, fueron viables. De los cuatro, Giusseppe era su hijo favorito.


Las pesadilla siguieron atormentándola ya que la terrible maldición de su madre la seguía persiguiendo. Un día tuvo un sueño en el que alguien le dice que para salvar a sus niños, deberá hacer sacrificios humanos.


En el pueblo de Correggio, su reputación era la de una madre trabajadora que se dedicaba a hacer jabones, pero la realidad es que asesinó a tres mujeres con el mismo modus operandi. Cuenta la leyenda que Cianciulli engañaba a sus vecinas para que fuesen a su casa con la promesa de rejuvenecerlas con tratamientos faciales. Posteriormente las drogaba y finalmente se deshacía del cuerpo de una forma muy extraña.


Faustina Setti fue su primera víctima. Era una mujer soltera que buscaba su oportunidad en el amor y la convenció de que un hombre de otra ciudad estaba interesado en ella. Con la excusa de que tenía que irse a esa ciudad le pidió que escribiera cartas a sus familiares y conocidos que luego le serviría a ella para cubrir su rastro después de asesinarla. Más tarde le ofreció una copa adulterada que sería el motivo de la muerte tras sufrir los efectos de la droga que Leonarda añadió a su copa. Recurrió a la sosa cáustica que usaba en su trabajo para deshacerse del cuerpo, convirtiendo el cuerpo descuartizado en una masa. Todo el proceso se entiende mejor con la descripción que realiza la propia criminal.


“Coloqué los trozos en una olla, usé siete kilogramos de soda cáustica, la misma que usaba para hacer jabón. Lo mezclé hasta disolver, era una papilla espesa, oscura, que vertí en varios recipientes y después arrojé a una fosa séptica. Había guardado toda la sangre en una vasija, esperé hasta que se coaguló, la metí al horno, la molí y mezclé con harina, azúcar, huevo, chocolate y mantequilla para hacer unas deliciosas galletas para el té. Hice un montón de galletas crujientes que después serví a mis visitas, aunque Giuseppe y yo también comimos”.


Francesa Soavi fue la segunda víctima. La engaño del mismo modo pero esta vez debía irse de Correggio para trabajar en un colegio para niñas. También uso el engaño de las cartas para librarse del asesinato y usó un hacha para descuartizarla.


Virginia Cacioppo fue la tercera y última víctima. Era una cantante soprano y le prometió trabajo en Florencia. Como a todas las demás, le pidió que no dijera nada a nadie.


Leonarda cuenta lo que hizo con el cuerpo: “Terminó en la olla, como las otras dos… su carne y su grasa eran blancas, cuando se había disuelto le agregué una botella de colonia, y después de un largo tiempo hirviendo puede hacer un jabón cremoso bastante aceptable. Le di barras a mis vecinos y conocidos. Las galletas también eran mejores: esa mujer era muy dulce”.


La cuñada de la tercera víctima, Virginia Cacioppo, comenzó a sospechar de la extraña desaparición y le contó sus sospechas a las autoridades por lo que los asesinatos finalizaron. Leonarda confesó muy rápido, por lo que la investigación no duro mucho y fue llevada a juicio.


Leonarda fue condenada a 30 años en la cárcel, más 3 años en un centro psiquiátrico.

Murió por apoplejía cerebral en el centro psiquiátrico para mujeres de Pozzuoli en 1970.


En el Museo Cronológico de Roma se exhiben algunos de los artefactos del caso, incluido el bote en el que las víctimas fueron hervidas.


Ya sabemos que la historia no es justificable, pero después de sufrir horribles experiencias a lo largo de tu vida, podemos entender que la mente humana se pueda convertir en siniestra y retorcida y realizar acciones monstruosas que a ninguna persona cuerda se le pasaría por la cabeza.



lunes, 27 de marzo de 2017

Pentagrama invertido



Durante los últimos años el pentagrama ha sido difamado como un símbolo de satanismo, pero la estrella de cinco puntas es un tótem versátil, y lo fue mucho antes de que alguien decidiera inventar al mismo Satanás.


El diseño es una equidistante estrella de cinco puntas dibujada con un movimiento continuo. A veces, la estrella está encerrada en un círculo. El símbolo se remonta al menos 4000 años aC, cuando apareció en la primera forma de escritura, los lenguajes pictográficos utilizados en la antigua Mesopotamia, cuyo alfabeto constaba de pequeños dibujos que representan palabras completas.

Nadie sabe lo que el pentagrama significaba para los sumerios (a pesar de que se pueda decir lo contrario), pero la mayoría de las tablas de piedra de este periodo incluyen listas muy simples, pragmáticas, como registros de impuestos, inventarios y genealogías. Las posibilidades son muy buenas ya que el significado original de la estrella de cinco puntas es algo muy aburrido. Quizá significaba una “persona”, porque la forma puede representar una cabeza, dos brazos y dos piernas, o habría significado una “mano”, con sus cinco puntos que representan los cinco dedos. En fin, todo es pura conjetura.


Sea cual sea su contexto original, no pasó mucho tiempo para que la forma absorbiera un mayor estatus. Pitágoras, filósofo griego que básicamente inventó la geometría formal, creía que el mundo se basaba en las matemáticas y que todo en la vida podía ser cuantificado y representado en dígitos.

Su premisa no está demasiado lejos de lo que un físico diría hoy, pero algunas de sus conclusiones directas eran ingenuas (de una manera apropiada para la época). Pitágoras estaba fascinado con la estrella de cinco puntas, y con el hexagrama, y gastó mucha energía en el análisis de sus propiedades y su relación con otras formas.


Pitágoras hizo varios comentarios sobre el pentagrama, por lo que hay dentro de un pentágono, y si se dibuja un pentágono de los puntos de la estrella, que es invertida con respecto a la parte interior de una, se puede dibujar un pentagrama con una línea continua. En otras palabras, Pitágoras tenía cosas poco interesantes que decir sobre el tema, pero él consideraba el diseño lo suficientemente grande como para que sus seguidores lo utilizaran como su insignia. A su juicio, simboliza la salud y la perfección.

Los pentagramas fueron utilizados también por artistas del misticismo judío que se remontan a un período desconocido de la antigüedad. Los ejemplos más antiguos se han documentado en la sinagoga con un par de siglos después del comienzo de la era cristiana, pero más adelante, la leyenda dice que el pentagrama también se asoció con el rey Salomón, con su sello y como un símbolo en su templo.


Pentagramas han sido utilizados con frecuencia en contextos de misticismo pagano, judío, cristiano y oriental. Con frecuencia, se ha tomado como un símbolo de los cuatro elementos alquímicos -tierra, aire, fuego y agua – más un quinto punto, que significa diferentes cosas para diferentes personas, por lo general, es la energía divina o del alma humana.

Porque los seres humanos en todo el mundo tienen cinco dedos, el número cinco es de importancia en casi todas las culturas y el pentagrama era un portador conveniente de este número. Hay ejemplos de la estrella de cinco puntas que fueron utilizados en el taoísmo y otros sistemas chinos como un símbolo de los cinco elementos utilizados en la cosmología del Este – madera, metal, tierra, fuego y agua. En algunas tradiciones cristianas, incluyendo el gnosticismo, las cinco puntas de la estrella representan las cinco llagas de Cristo. Por último, otras tradiciones derivan el uso de la estrella pentagrama como una representación de una estrella del cielo, probablemente para representar artísticamente el efecto de parpadeo causado por la distorsión atmosférica.


Durante la Edad Media, sin embargo, el pentagrama sufrió una gran transformación, que contribuyo a formar su imagen durante los próximos siglos. Probablemente el documento más importante en pentagramológia es el sello de Salomón, tal vez los grimorios medievales más influyentes que ofrecen a los creyentes la oportunidad de hacerse del anillo de bronce de los poderes cósmicos.

El Sello de Salomón ha inspirado a un gran número de textos mágicos, que se extendieron a lo largo y ancho del pentagrama. El símbolo de estatus dio un salto de gigante cuando fue adoptado por el ocultismo influenciado por el movimiento de la masonería, y otras sectas relacionadas, como la Estrella de Oriente, la Golden Dawn y masones OTO pudieron haber tomado el ejemplo de los Caballeros Templarios, que son quizás a título póstumo, la secta más responsable de la asociación del pentagrama con las creencias satánicas.


Cuando los templarios fueron destruidos en los albores del 1300, se les acusó de numerosas atrocidades satánicas, incluyendo la adoración de cualquier objeto que se parecía a un gato o una cabeza llamado Baphomet.

Mientras que algunos han especulado que el objeto en cuestión puede haber sido plegado en la Sábana Santa de Turín para mostrar el rostro de Cristo en la tela, la concepción popular de Baphomet fue influenciada más tarde por el ocultista Eliphas Levi, más tarde por Aleister Crowley y algunos de sus acólitos.


El Baphomet de Levi propuso un diseño que mostraba una foto de una cabeza de cabra en el interior de una estrella de cinco puntas invertida, con cuernos que se extiende hasta la punta de la estrella. El macho cabrío representa a Satanás, y el símbolo fue adoptado más adelante por la Satanists School Anton LaVey. El símbolo fue entonces retroactivamente “descubierto” para sembrarle una historia “satánica” por los nuevos historiadores revisionistas ocultos, que decían que era un antiguo símbolo en casi todas las tradiciones mágicas, como la brujería y la Wicca tradicional, pseudo-ocultismo egipcio, etc, etc ..

En el momento en que esta asociación había sido firmemente establecida, el pentagrama o sus variantes ya se habían institucionalizado en el mundo en muchos contextos diferentes – incluyendo las religiones, sociedades secretas y muchos otros – por ejemplo, en la bandera de los Estados Unidos y en el símbolo de la media luna y estrella del Islam.


La retroactiva – y en gran medida inexacta – asociación del pentagrama demoníaco con todas las cosas provee de suficiente forraje para los locos, cuya vida está dedicada a la investigación para rastrear la influencia de Satanás alrededor del mundo.

El pentagrama se ha convertido en una piedra angular de la nueva moda-conspiración del fin del mundo, donde es visto como un enlace entre los señores del complejo militar industrial y el masónico complot illuminati para dominar el mundo. Como si se necesitara algo más.


Y así fue como un símbolo, que los sumerios quizás usaban para interpretar a una persona o a los dedos de la mano, terminó convertido en un enigma y un misterio.

miércoles, 22 de marzo de 2017

Enterrados vivos.



George Washington, el primer Presidente de los Estados Unidos, murió el 14 de diciembre de 1799. Fue enterrado cuatro días más tarde en su casa de la plantación en Virginia, Mount Vernon. Si bien hay quienes (si estuvieran vivos para reclamar) se opondrían ante tal retraso, a Washington probablemente no le importaba. Sí, el retraso era en su mayoría para que el antepasado americano recientemente fallecido pudiera ser correctamente atendido. Sin embargo, según la leyenda, la petición de Washington en su lecho de muerte fue que lo enterraran no antes de dos días después de que fuera declarado muerto. ¿Por qué? Porque al parecer, George Washington temía ser enterrado vivo.


Estos temores, por desgracia, no carecían de fundamento. En el siglo XIII, de un filósofo / teólogo muy respetado, Juan Duns Scoto, se rumoreaba que había sido enterrado vivo, según cuenta la historia, su cuerpo fue encontrado al lado de su ataúd, los brazos y las manos ensangrentadas en un intento de abrirse camino hacia el exterior. (La historia es probablemente un mito.) Un libro sobre el tema (titulado “Buried Alive“) cuenta la historia de un carnicero londinense llamado Lawrence Cawthorn, quien, en la década de 1660, cayó enfermo y fue “enterrado precipitadamente” por su “malvado patrón.” 


Cuando los dolientes visitaron su tumba, escucharon un grito ahogado que provenía del ataúd y […] encontraron arañazos frenéticos en las paredes del ataúd. Para cuando Cawthorn fue desenterrado, estaba muerto. Y de acuerdo con otro libro sobre el tema (“The Corpse: A History“) en 1905, el empresario británico William Tebb, cargaba sobre sus hombros más de 300 casos de entierros de personas vivas y “casi” accidentes.


Para combatir estos temores, a los fabricantes de ataúdes se le ocurrió una solución: “ataúdes seguros.” Populares a finales de 1700 y en el siglo siguiente, el ataúd de seguridad solía tener una especie de vía para que las personas enterradas vivas por equivocación le notificaran a los que estaban arriba sobre el error. 


Un ejemplo típico era un tubo largo y un cordón que se extendía hacia arriba desde el ataúd. En la parte superior había una campana, de modo que una persona erróneamente enterrada podía jalar la cuerda y sonar la campana, e idealmente, otros llegarían con palas para salvarlo de un horrible fin.


Otros métodos incluían la pirotecnia, banderas, e incluso trampillas de evacuación. Uno de los primeros incluía una trampilla con una cerradura en el interior del ataúd, el cuerpo debía ser enterrado con un abrigo con la llave colocada dentro de un bolsillo interior. En realidad, hay una gran cantidad de innovación en todo el problema, y un número igualmente grande de las patentes.


¿Fueron exitosos estos ataúdes de seguridad? Probablemente no, no hay ejemplos conocidos de que un ataúd de seguridad haya rescatado a una persona enterrada viva. Hay, sin embargo, algunos ejemplos de falsos positivos. Si, cuando el cuerpo enterrado estaba sosteniendo la cuerda, la descomposición natural podría ocasionar que el cable se tensara y, por lo tanto, que sonara la campana. 


Para evitar “pequeños” movimientos y estas falsas alarmas, en 1897, un inventor ruso creó un sistema que detectaba los movimientos más significativos y señalaba que había alguien enterrado con vida. ¿El único problema? Durante una prueba “enterraron” con vida a uno de sus asistentes, el sistema de detección de movimiento fracasó. El asistente salió ileso, pero el ataúd de seguridad no logró encontrar a muchos compradores.


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lunes, 20 de marzo de 2017

El incendio de Peshtigo



El 8 de octubre de 1871, la pequeña ciudad de Peshtigo, ubicada en Wisconsin, EE.UU. fue consumida por uno de los incendios más graves y deplorables de los que se tengan registros en la historia humana.


Luego de un año cálido y seco, con apenas dos pulgadas de lluvia que se precipitaron entre julio y septiembre, los fieles estaban rezando por la tan necesaria lluvia. Los arroyos se habían secado, y el río Peshtigo, que muchos residentes utilizaban para el transporte y el agua, estaba peligrosamente bajo.

En medio de la noche de un domingo silencioso, el diminuto poblado fue aniquilado por completo, carbonizado por un incendio gigantesco que afectó a las construcciones, el paisaje, e incluso los propios ciudadanos. Hasta la actualidad las llamas poco conocidas de aquel incendio en Peshtigo tiene la distinción de ser el más mortífero fuego que se haya producido en los EE.UU..


Más de 2,000 personas se encontraban en la ciudad la madrugada del incendio. La población estaba abarrotada por los equipos de voluntarios, reclutados para luchar contra los incendios esporádicos que se fueron esparciendo por los alrededores. El humo de estos incendios flotaba en el aire, dificultando la respiración. Poco después de las 8:30 pm, un rugido sordo causo alarma en toda la ciudad. Las llamas de los incendios forestales dispersos habían azotado en un infierno ardiente debido a los fuertes vientos, colocando un incendio en un camino directo hacia Peshtigo. Los bomberos y los residentes se apresuraron a batallar con cubos de agua, pero rápidamente se dieron cuenta de la gravedad de la situación. Hicieron sus cubos a un lado, se dirigieron a casa para recoger a sus familias, y huyeron hacia la seguridad relativa del río Peshtigo.


Luego una oleada de llamas de de dos mil grados Fahrenheit alcanzó la pequeña comunidad. El calor extremo agitó el ambiente en una oleada de tornados sobrecalentados y vientos con fuerza de huracán. Se precipitó una lluvia de brasas, mientras la arena incandescente salpicaba los escombros de la ciudad. Los tejados fueron arrancados de las casas, y las chimeneas derrumbadas.


A medida que el fuego se acercaba a los ciudadanos desesperados, hicieron todo lo que pudieron en un intento desesperado por escapar. Muchos saltaron hacia los pozos, esperando que el agua pudiera ofrecerles protección, sólo para darse cuenta de que serian hervidos vivos. Como la gente necesitaba inhalar el aire sobrecalentado, cayeron muertos, sus pulmones se calcinaron. Hombres, mujeres y niños corrieron hacia el puente que cruzaba el río Peshtigo, pero este no había escapado a la carnicería del incendio indiscriminado. A medida que la gente del pueblo cruzaba, el puente sucumbió a los abusos de las llamas y se desplomó en un cúmulo mortal. Muchos se habían precipitado en el río mismo, esperando que el agua pudiera protegerlos de la amenaza del infierno, pero el fuego bombardeó a la gente con los restos en llamas. De pronto el río estaba cubierto con cuerpos sin vida.


El Peshtigo Eagle, un periódico local, informó sobre el incendio:

“El frenesí de la desesperación se apoderó de todos los corazones, hombres fuertes se inclinaron como cañas antes de la explosión de fuego, las mujeres y los niños, como fantasmas que revolotean asustados en la horrible oscuridad, fueron arrastrados como hojas de otoño. Multitudes corrieron para el puente, pero el puente, al igual que todo lo demás, estaba recibiendo su bautismo de fuego. Cientos se congregaron en el río, el ganado se hundió con ellos, y se acurrucaron juntos a la confusión del momento, muchos de los que habían tomado al agua para evitar las llamas se ahogaron. La gran mayoría estaban en el puente en llamas cuando cayó. Los restos de la ciudad ardiente fueron arrojados sobre las cabezas de los que estaban en el agua, matando a muchos otros y mutilando a otros tantos que se dieron por vencidos en la desesperación y se hundieron en una tumba de agua. ”


Los vientos super calientes y los tornados sacaron el aire hacia arriba, lo que permitió qu el aire frío de Canadá y el oeste de Estados Unidos se apresura a llenar el vacío. Al principio, estos vientos alimentaron con más oxígeno al fuego, hasta que finalmente la fuerza de aspiración era lo suficientemente fuerte como para causar un cambio importante en la dirección del viento. El fuego se elevó por sobre sí mismo, y pronto murió de hambre por falta de combustible. Tan sólo noventa minutos habían pasado desde la llegada del infierno, pero toda la ciudad de Peshtigo había sido reducida a escombros humeantes.


Al día siguiente, la tan necesaria lluvia había llegado, tomando los restos ennegrecidos de la ciudad en ruinas.


En las consecuencias de la catástrofe, la noticia de un gran fuego en el Medio Oeste fue salpicada en los titulares de todo el país. Lamentablemente, ninguna de las historias en cuestión hablaba de Peshtigo: toda la atención se centró en uno de los asentamientos más grandes de la región, Chicago, que había sufrido su propio fuego terrible, el mismo día matando a cerca de 250 personas. Más de 1,200 almas habían perecido en el incendio de Peshtigo, aunque la cifra real no se conocerá nunca debido a que los registros de la ciudad quedaron destruidas en el incendio. El fuego destruyó todos los edificios de la ciudad, excepto un edificio de madera recién construido demasiado verde para quemarse. Más de 1.25 millones de acres de bosque y pradera se quemaron antes de que los vientos se calmaran y el fuego se apagara, causando millones de dólares en daños. Más de 350 víctimas del incendio fueron enterradas juntas en una fosa común, sus restos estaban demasiado carbonizados para ser identificados.


Los sobrevivientes hablaron de sus experiencias, a menudo recordando el terror del momento.

“Había sido una temporada muy seca, y recuerdo a mi madre diciéndonos varias veces del fuego durante unas dos semanas antes de que el sol se oscureciera, la ropa de la línea parecía tan gris, y una especie de sensación de presentimiento de que algo estaba a punto pasar se cernía sobre la ciudad. Ella dijo que el fuego llegó tan de repente que la única manera de describirlo es que los cielos se abrieron y llovió fuego. Creo que el hecho de que estuvieran en las afueras de la ciudad era lo único que los salvó … Mi padre ayudó a recoger los muertos y a hacer cajas rudimentarias ya que no habían suficientes ataúdes. Puso un máximo de cinco de una familia en un ataúd, eran sólo huesos. También encontraron a personas que no fueron quemados en absoluto, sólo se se sofocaron“.


Otro relato habla de las muertes horribles experimentadas por las víctimas.

“A estas alturas el aire estaba literalmente en llamas, esparciendo su agonía por todo el pueblo, hombres, mujeres y niños, vestidos con camisones y gorras, chillaban con horror al ver a sus seres queridos quemadose vivos. La ciudad entera era un infierno en llamas..; sólo había un escape, el río! Miles de personas … presas del terror en sus ojos, fueron más allá en el río, donde permanecieron el día y la noche siguientes. Las familias fueron separadas; pequeños niños trataron desesperadamente de obtener igualdad en el río sucio … pero el río no eran aún seguro, los escombros, chispas y trozos de fuego cayeron del cielo, eliminando en llamas a todos los cuerpos con un barrido inmediato”


La noticia de la tragedia en Wisconsin tomó días para llegar al público, siendo eclipsada por la del gran incendio de Chicago, a sólo 240 millas al sur. Sin suministros de socorro o ayuda de camino a la ciudad, el gobernador de Wisconsin emitió una proclamación especial para desviar la ayuda de Chicago a Peshtigo. Con alivio, y pronto, más de 150,000 dólares fueron destinados a reconstruir la ciudad.


El incendio fue atribuido oficialmente a las condiciones de sequía severa, pero nadie puede estar seguro de lo que provocó la destrucción. El año excepcionalmente seco había convertido efectivamente el campo, y gran parte de la ciudad, en una extensión gigante de leña. Los humedales de la zona se habían secado por completo, sin dejar humedad en la tierra. Esto proporcionó una condición perfecta para un fuego colosal.


Una teoría especula que un meteorito golpeó el campo cerca de la ciudad. Historiadores del tiempo, utilizando los registros y archivos, han ofrecido una teoría plausible para esto. Los meteoritos que caen en otoño son bastante comunes en la región superior de los Grandes Lagos, en ocasiones provocando incendios en los campos de secano y zonas boscosas. En los últimos años estas lluvias han dejado quemar trozos de meteorito esparcidos por toda la región, a veces lo suficientemente grandes como para romper a través de los techos de las casas. Con un clima tan seco cerca de Peshtigo, habría sido un lugar perfecto para un fuego que después se había fijado al suelo en llamas.


Aunque la verdadera causa del incendio no pueda ser conocida, lo cierto es que el 8 de octubre nunca será olvidado. Aunque el poblado de Peshtigo había sobrevivido al fuego, todavía lleva las cicatrices de uno de los incendios más terribles de la historia.