viernes, 29 de diciembre de 2017

La Cegua



Hace mas de doscientos años, en un pueblito de Cartago, vivía una hermosa mujer, la más bella del pueblo. Linda como una rosa, de curvas pronunciadas, hermosísimos bustos, piernas torneadas y una cara sin igual; sin embargo era la muchacha muy orgullosa y no guardaba la menor consideración por sus padres, a los que con frecuencia humillaba y desobedecía, pues se decía ser muy infeliz de ser pobre.

Cuenta la leyenda que, un día, esta bellísima joven recibió una invitación de un acaudalado y buen mozo español para asistir a un baile, a lo cual su madre se opuso, pues el joven era reconocido por sus atributos de conquistador, “Don Juan” y poco formal con las muchachas.

Ante la negativa de su mamá, la joven estalló en ira y blasfemó contra ella; llenó de improperios su humilde hogar mientras su madre la observaba y lloraba en silencio ante la actitud de su hija, pero a la joven no le bastó con insultar, sino que en un momento dado levanto su mano para abofetearla, pero no había levantado completamente aún su mano, cuando de la nada salio una mano negra, con grandes uñas y sostuvo la mano de la hija ingrata, entonces se escucho una voz estruendosa que dijo:

“Te maldigo mala mujer, por ofender y pretender golpear a quien te dio la vida, desde hoy y para el resto de los siglos los hombres a ti se acercarán por tu hermoso cuerpo pero por tu espantoso rostro de ti correrán“

Así es como desde entonces la cegua se aparece de pronto en el camino pidiendo que a algún jinete la lleve en su caballo, argumentando que va al pueblo mas cercano; “no hay un hombre que se resista a tan hermoso cuerpo y dulce ruego”, pero una vez que sube en ancas al caballo su cara se transforma en la de una horrible bestia similar a la de un caballo relinchando.

La cegua aparece también a aquellos hombres mujeriegos que andan a altas horas de la noche en la calle, ella se les aparece y con su dulzura le hace creer que es una nueva conquista pero en un momento dado muestra su rostro de caballo.

Muchos dicen haber tenido encuentros con la Cegua y aún hoy se menciona que en cualquier carretera cuando vayas en tu auto y de noche, has de tener cuidado de quien te haga una parada, pues ella se subirá con todos sus encantos a tu auto, y cuando estés absorto con su belleza se convertirá en lo que es, la Cegua.


martes, 26 de diciembre de 2017

Leyenda de Amigas para siempre



Año 1982. Alicia y Sara eran dos chicas, ambas de 15 años, e íntimas amigas desde la más tierna infancia. Vivían en el mismo barrio, estudiaban en el mismo instituto, iban a la misma clase... en fin, eran inseparables. Sin embargo, tenían caracteres muy diferentes. Alicia era alegre y extrovertida, mientras que Sara era muy tímida y callada.

Cierto día, Sara le propuso a Alicia:

- ¿Por qué no hacemos un juramento de sangre?

- ¿Qué?

- Mira, por si algún día perdemos el contacto, juramos que la que muera antes de nosotras dos, irá a avisar a la otra.

- Qué tontería, Sara, nosotras siempre estaremos juntas.

Ante la insistencia de Sara, y entre asombrada y divertida, Alicia al final aceptó la propuesta. Ambas se practicaron un corte con una navaja en el dedo índice de la mano derecha, y sellaron el pacto a la luz de unas velas.

Pasaron los años. Alicia había terminado sus estudios de derecho, tenía un buen trabajo, una casa preciosa y un marido y un hijo maravillosos. Hacía mucho que no veía a Sara, la amiga de su juventud, aunque a veces se acordaba de ella cuando se veía la cicatriz de su dedo índice. Al final, la vida les había llevado por caminos distintos y no habían vuelto a verse desde que acabaron el instituto.

Una noche, Alicia tuvo una horrible pesadilla: iba conduciendo, cuando de repente un camión invadía su carril y chocaba con su coche.

Se despertó empapada en sudor, y justo en ese momento, oyó llamar al timbre de la casa. Eran las 3 de la madrugada. Miró a su marido, que dormía profundamente a su lado, en ese momento, el timbre volvió a sonar con insistencia. Maldiciendo por lo bajo y preguntándose quién podría ser a esas horas, Alicia se levantó y fue a abrir la puerta.

Cuando abrió la puerta y vio a la mujer que estaba en el porche, abrió la boca, totalmente anonadada. Aunque había cambiado bastante, la reconoció enseguida.

Allí, terriblemente pálida, ojerosa y con una enorme herida sangrante en la cabeza, estaba su antigua amiga Sara.

- ¡Por Dios, Sara! ¿Qué ta ha ocurrido? Entra, te curaré esa herida.

- ¡Cuánto tiempo sin vernos!

Sara no se movió de donde estaba.

- He venido a cumplir mi promesa, Alicia. He muerto y vengo a decírtelo. Alicia se quedó sin habla.

- Ya que la vida nos ha separado, estaremos juntas en la muerte. Te estaré esperando...- dijo Sara levantando el dedo índice. Acto seguido, desapareció.

Alicia empezó a notar un dolor persistente en su propio dedo índice, al mirárselo descubrió que lo tenía empapado en sangre, como si se le hubiera vuelto a abrir el corte que se hiciera años atrás... Lanzó un alarido estremecedor y cayó desvanecida al suelo.

Al día siguiente, despertó en su cama y pensó que todo había sido un mal sueño.

Encendió el televisor para desayunar, y lo que vio la dejó helada: la noche anterior, a las 3 de la madrugada, había habido un accidente de tráfico: un camión había chocado con un coche, y la conductora del mismo había fallecido en el acto.

A partir de aquél día, su vida se convirtió en un auténtico infierno. No comía, se olvidaba de recoger a su hijo en el colegio, no rendía en el trabajo... Y todas las noches tenía el mismo sueño, en el cual oía llamar a la puerta, y al abrir veía a Sara levantando el dedo índice y diciendo "te estaré esperando", tras lo cual siempre se despertaba con un dolor insoportable en su dedo lleno de sangre.

Su marido no entendía lo que le estaba pasando, los médicos no encontraban ninguna explicación, y finalmente internaron a Alicia en un psiquiátrico.

Allí no hizo sino empeorar, ahora en sus pesadillas veía a Sara junto a su cama.

Una noche, un celador del psiquiátrico oyó un espantoso ruido de cristales rotos que provenía de la habitación de Alicia.

Al entrar en la habitación vio que la ventana estaba rota, se asomó y vio a Alicia tirada sobre la acera en medio de un charco de sangre. Tenía una gran herida en la cabeza y a su lado, en el pavimento, alguien había escrito con su sangre: "Amigas para siempre".

viernes, 22 de diciembre de 2017

Herne, el cazador fantasma




Existen en Inglaterra multitud de espíritus que deambulaban por los pasillos de los castillos más importantes, pero en este lugar no solo los inmuebles están embrujados, sino también sus arboledas. El bosque de Windsor es uno de ellos. Pues durante las heladas y oscuras horas de la madrugada, en medio del silencio y la espesa bruma, aparece un fantasma con cabeza de ciervo, montado en su caballo infernal.

Algunos creen estar viendo a un indefenso ciervo escondiéndose entre el frondoso follaje, pero al aproximarse, descubren con espanto que se trata de un espíritu, con máscara de ciervo cuya cornamenta agita las ramas al pasar, anunciando su cercanía. Los testigos aterrorizados, corren para contar su terrible visión y se dan cuenta que se han topado con un personaje de leyenda, se trata de Herne, el Cazador. Que ha venido a anunciar una pronta desgracia.

Se dice que este ser espeluznante, fue hace mucho tiempo un hombre, uno de los monteros del rey Ricardo II; al cual le salvó la vida durante una cacería. El rey estaba a punto de ser atravesado por la cornamenta de un ciervo, cuando Herne intervino, quedando herido de muerte. Pudo sobrevivir gracias a los encantamientos de una Bruja, que mediante pociones y hechizos, soldó los cuernos del ciervo muerto a la cabeza del hombre. Este tuvo que pagarle a la hechicera cediéndole sus habilidades en la caza.

Aunque ya no podía ejercer su trabajo, le encantaba salir por las noches a pasear por el bosque. Solo en medio de la oscuridad podía caminar sin que nadie le señalara y se riera de él por tener cuernos de ciervo.

Aun así, muchos cazadores seguían envidiándolo, pues era el favorito del rey. Se encargaron de difundir el rumor de que era un ladrón que aprovechaba la oscuridad para llevar a cabo sus fechorías. Debido a tales rumores Herne fue encontrado ahorcado en un viejo roble.

Tras la muerte de Herne, la venganza del cazador comenzó. Durante una cacería nocturna, el fantasma de los cuernos apareció, y colgó a sus difamadores en el mismo árbol donde el murió. Tomó sus almas y las hace penar junto a él, caminan a su lado, con un gesto sombrío, mientras son vigilados por un búho de astas y una jauría de sabuesos encantados.

Herne perdió sus habilidades para cazar animales, pero no la de condenar a los humanos que pisan sus dominios.

lunes, 18 de diciembre de 2017

La Bruja de Blair




Hace unos meses salió la noticia de que el director de cine Adam Wingard había rodado en el más absoluto de los secretos la secuela de la película, “The Blair Witch Project” en España, “El proyecto de la Bruja de Blair”. Su estreno en Epaña está previsto para el 4 de Noviembre aunque el pasado 16 de Septiembre se estrenó en EEUU.

Nosotros hoy os traemos la verdadera historia de la bruja. La verdadera historia de Elly Kedward.

Para empezar a hablar de esta historia, podemos entrar en la sinopsis de la película original, que está basada en hechos reales.

La película se presenta como un metraje encontrado desde dispositivos de vídeo. Todo el transcurso de la acción se filmó con dos cámaras: una en color, y la otra en blanco y negro. Un texto aclara que «en octubre de 1994, tres estudiantes de cine desaparecieron en los bosques de Burkittsville, mientras grababan un documental. Un año más tarde esta cinta fue encontrada.»

La película comienza con tres estudiantes de cine, Heather Donahue, Michael C. Williams y Joshua Leonard, que salen a producir un documental sobre la legendaria Bruja de Blair. Viajan a Burkittsville, Maryland, un pueblo que antiguamente se llamaba Blair, y entrevistan a la gente del lugar sobre la leyenda.

Hasta aquí y sin entrar en spoilers, es de lo que trata la pelicula. Pero ¿es todo ficción o hay ciertamente una historial real de trasfondo?

Todo comenzó en Febrero de 1785.

Elly Kedward fue una ciudadana del pueblo de Blair que tras ser denunciada por varios niños de la pequeña localidad, es juzgada y abandonada atada a una carretilla en el frío bosque que colindaba el lugar.

La acusación decía que Elly, les había persuadido para que fueran a su casa para poder sacarles sangre. Tras un juicio rápido en donde es acusada de brujería, prostitución y de ser católica (el pueblo es protestante), es atada a una carretilla o trineo (según la versión) y abandonada en el bosque. Con el duro invierno que estaban pasando, era la muerte más cruel y sufrida que podían darle.

Hasta este punto, las fuentes consultadas son similares. Pero hay ciertas versiones que dan algunos detalles más escabrosos y macabros.

Supuestamente, tras llevarla al bosque, es atada a un árbol y abusan de ella repetidas veces. La hacen cortes por todo el cuerpo y tras llenar de sangre sus manos, la obligan a marcar los árboles del lugar. A continuación, sueltan perros para que acaben con su vida y como ven que Elly sigue viva, es colgada de un árbol y por fin, abandonada a su suerte.

Fuera como fuere, dieron por hecho que Elly había muerto de frío, la gente de Blair volvió a una aparente calma. Pero esta calma solo fue presagio de otras tempestades.

Durante el invierno de 1786, concretamente en el mes de Noviembre, la mitad de los niños del pueblo, entre ellos los que delataron a Elly, desaparecen. Ninguno de ellos es encontrado, ni vivo ni muerto. Varios vecinos durante la búsqueda de los niños, afirmaron haber visto salir una mano de piel pálida del río. El miedo y la desesperación se apoderaron de los pueblerinos, quienes deciden abandonan Blair y no volver a pronunciar jamás el nombre de Elly Kedwards.

En 1809, se publica “El culto a la Bruja de Blair”, un libro en el que se narra la historia de un pueblo azotado por una maldición proveniente de un bruja llamada Elly Kedward, quien fue sentenciada a la hoguera debido a sus crímenes.

En 1824, se funda Burkittsville sobre el antiguo y olvidado pueblo de Blair y aunque los nuevos residentes no conocían la historia de Elly, sucesos extraños comenzaron a ocurrir. Varias personas aseguraban que del río cercano salía una mano muy pálida; sin embargo, la situación se agravó cuando Eileen Treacle, una niña de 10 años, decidió sumergirse en el río y jamás fue vista de nuevo.

Después de esta desaparición, el pueblo vivió en calma, hasta que 62 años después, Ravin Weaver desaparece de forma misteriosa, en esta ocasión un grupo de rescate salió en su búsqueda; afortunadamente, la niña fue encontrada con vida pero varios integrantes del equipo desaparecen. Pasados varios días, los cuerpos aparecen atados a varios árboles y destripados en Coffin Rock, un lugar de Black Hills.

¿Un asesino poseído?

Una vez más, el pueblo goza de varios años de calma hasta que a finales de 1940 y principios de 1941, 7 niños desaparecen. En marzo de 1941, Rustin Parr el ermitaño del pueblo acude al mercado gritando -” ¡¡ he terminado, por fin he terminado !!” – por lo que la policía decide interrogarlo y tras visitar su cabaña ubicada en Black Hills, descubren 7 tumbas, cada una de ellas ocupada por el cadáver destripado de uno de los niños. Cuando Rustin fue detenido y acusado de asesinato, su defensa se basó en que una voz en su cabeza le dijo que lo hiciera.

Rustin no puede recordar exactamente cuándo pero unos años antes de los asesinatos empezó a ver una figura en los bosques, a veces durante sus largas caminatas. Llamaba a la figura pero esta desaparecía, aun cuando ella nunca le enseñaba su cara pronto se dio cuenta de que era una mujer, vestía ropas largas y oscuras, Rustin nunca sintió miedo cuando veía la figura solo se preguntaba quién era. Cada vez que la perseguía desaparecía.

Ese invierno Rustin empezó a escuchar voces en su cabeza, al principio era en la noche y él pensaba que eran sueños, pero después empezó a escuchar la voz durante sus horas de trabajo y fue entonces que se asustó. La voz era de una anciana y decía todo tipo de cosas a veces en lenguajes extraños. A veces repetía una palabra una y otra vez. Rustin nunca volvió a ver a la mujer en el bosque, pero su voz vivió en su cabeza por algún tiempo.

Después de casi un año de escuchar a la voz Rustin había perdido casi toda la razón, la voz empezó a ordenarle que hiciera cosas y él no podía negarse. Al principio eran cosas sencillas como dormir en el sótano por una semana.

Entonces en Noviembre de 1940 la voz le ordenó que fuera a Burkittsville y raptara a los primeros dos niños que viera. Por alguna razón no se pudo negar a estar orden, de hecho no quería resistirse. Seguía las órdenes de la voz completamente, aun cuando le ordenaba raptar y matar a más niños de Burkittsville. Rustin asesinó a siete niños, solo uno sobrevivió, Kyle Brody, fue obligado a pararse en la esquina y mirar como Rustin llevaba a cabo los macabros asesinatos en su sótano.

Después de que el séptimo niño fue asesinado, Rustin despertó y la figura estaba en su cuarto, no podía verla claro en la oscuridad pero el sabia quien era. Le habló en la misma terrible voz que lo había perseguido en su cabeza por más de un año. Le dijo que su trabajo había terminado y que debía ir al pueblo y decirle a todos lo que había hecho. Le prometió que lo dejaría en paz se hacía esto. La figura desapareció y Rustin Parr nunca vio de nuevo a la mujer.

Al día siguiente Rustin dejo en libertad a Kyle. Lloró por primera vez cuando vio al pobre niño esa mañana. Rustin camino despacio al pueblo y entró al supermercado.

Kyle Brody jamas se recupero de esos dos meses en la casa de Parr, vivió en manicomios y hospitales psiquiátricos hasta su muerte en 1971, estuvo presente el día que Parr fue sentenciado a muerte y lloró. Rustin Parr murió en el Otoño de 1941, fue condenado a la horca.

Cultura popular

En 1999 la pelicula “La Bruja de Blair” a pesar de ser ficción, la historia de fondo que contaba estaba inspirada en todos estos hechos.

También este año salió “Curse of the Blair Witch”, un falso documental producido por el canal Sci-Fi que se situaba después de los eventos del film y mostraba entrevistas con gente del pueblo, científicos, estudiantes u otras personas relacionadas con los tres jóvenes desaparecidos.

En el año 2000, se hizo otra película, aparentemente como secuela de nombre “El libro de las sombras: Blair witch 2”. La sinopsis decía lo siguiente; “Jeff Donovan, un vecino de Buskerville, obsesionado con el misterio que envuelve a la bruja de Blair, organiza una expedición junto a sus compañeros de universidad para adentrarse en los bosques de Maryland, encontrar a los tres estudiantes de cine desaparecidos, y resolver de una vez por todas la verdad sobre la leyenda de la bruja… “

jueves, 14 de diciembre de 2017

Leyenda del cirujano loco



Hace ya muchos años, en el departamento de piriapolis, uruguay, se dice que vivía en una casa normal y corriente un cirujano con la finalidad de hacer que la vida durase más. nadie lo conocía, ni él conocía a nadie de aquel pueblo, pero todos sabían que estaba en el sótano de aquella casa trabajando todo el tiempo, cuentan que se podía ver el resplandor de una luz todas las noches en aquel misterioso lugar y se cree que es cuando aprovechaba para investigar con órganos de personas asesinadas por él mismo.

una noche de verano, unos chicos por curiosos decidieron comprobar ellos mismos si la historia que contaba la gente del pueblo era real, así que fueron a visitar al cirujano, se acercaron al sótano y al llamar a la puerta se la encontraron abierta:
- ¿hola, hay alguien?, pero nadie contestaba...
uno de ellos vio una escalera hacia un subterráneo y éstos la siguieron decididos a investigar. bajaron cuidadosamente, muy poco a poco y a medida que avanzaban empezaron a vislumbrar el resplandor de una luz tenue, armados de valor y grandes dosis de curiosidad siguieron adelante, uno de ellos se asomó y vio al cirujano sacándole las tripas a un cuerpo de mujer, sorprendido y asustado se quedó inmóvil sin poder reaccionar, sólo el grito de atención de aquel despiadado ser los hizo reaccionar gritando llenos de pánico pero de nada les sirvió, el cirujano les atacó con su afilado bisturí y a uno le provocó cinco cortes pero consiguió escapar, el otro quedó adentro y en medio de la pelea por sobrevivir la casa se prendió fuego y allí quedaron para siempre el chico y aquel misterioso cirujano.

a la mañana siguiente cuando la policía fue a investigar encontraron el cuerpo sin vida del chaval pero ningún rastro había del cirujano.

años más tarde, el chico que supervivió creció y compró aquella casa con la estancia que a su alrededor quedaba, el hombre contaba que por las noches veía una imagen de persona con la cara quemada rondando los habitáculos y que al acercarse éste se desvanecía ante sus ojos.

hoy la casa está totalmente abandonada y todavía hoy se dice que el espíritu de aquel cirujano permanece entre aquellos muros y muchos aseguran ver algunas noches el resplandor de una tenue luz que sale del sótano…

sábado, 9 de diciembre de 2017

Leyenda de María Angula



María Angula era una niña alegre y vivaracha, hija de un hacendado de Cayambe. Le encantaban los chismes y se divertía llevando cuentos entre sus amigo para enemistarlos. Por esto la llamaban la metepleitos, la lengua larga o la “carishina” chismosa.
Así, María Angula creció 16 años dedicada a fabricar líos con la vida de los vecinos, y nunca se dio tiempo para aprender a organizar la casa y preparar sabrosas comidas. Cuando María Angula se casó, empezaron sus problemas. El primer día Manuel, su marido, le pidió que preparara una sopa de pan con menudencias y María Angula no sabía como hacerla.
Quemándose las manos con la mecha de manteca y sebo, encendió el carbón y puso sobre él la olla sopera con un poco de agua, sal y color, pero hasta ahí llegó: ¡no sabía qué más hacer! María recordó entonces que en la casa vecina vivía doña Mercedes, una excelente cocinera, y sin pensarlo dos veces corrió hacia ella.
Vecinita, ¿usted sabe preparar la sopa de pan con menudencias? Claro, doña María. Verá, se arrojan dos panes en una taza de leche, luego se los pone en el caldo, y antes de que éste hierva, se le añaden las menudencias.
¿Así no más se hace?
Sí, vecina.

Ahh, -dijo María Angula-, si así no más se hace la sopa de pan con menudencias, yo también sabía. Y diciendo esto, voló a la cocina para no olvidar la receta.

Al día siguiente, como su esposo le había pedido un locro de “cuchicara”, la historia se repitió. Doña Mercedes, ¿sabe preparar el locro de “cuchicara”? Sí, vecina.

Y como la vez anterior, apenas su buena amiga le dio todas las indicaciones, María Angula exclamó:

Ah, si así no más se hace el locro de “cuchicara”, yo también sabía.Y enseguida corrió a su casa para sazonarlo.

Como esto sucedía todas las mañanas, la señora Mercedes se puso molesta. María Angula siempre salía con el mismo cuento: “Ah, si así no más se hace el seco de chivo, yo también sabía; ah, si así no más se hace el ají de librillo, yo también sabía.” Por eso, quiso darle una lección y, al otro día… Doña Merceditas…
¿Qué se le ofrece, señora María?

Nada, Michita, mi marido desea para la merienda un caldo de tripas con “puzún” y yo…

Umm, eso es refácil, le dijo, y antes de que María Angula la interrumpiese, continuó:

Verá, se va al cementerio llevando un cuchillo afilado. Después espera que llegue el último muerto del día y, sin que nadie la vea, la saca las tripas y el “puzún”. En su casa, los lava y luego los cocina con agua, sal y cebollas y, cuando el caldo haya hervido por unos diez minutos, aumenta un poco de maní… y ya está. Es el plato más sabroso.

Ahh, dijo como siempre María Angula- si así no más se hace el caldo de tripas con “punzún”, yo también sabía.

Y en un santiamén, estuvo en el cementerio esperando a que llegara el muerto más fresquito. Cuando el panteón quedó solitario, se dirigió sigilosamente hacia la tumba escogida. Quitó la tierra que cubría al ataúd, levantó la tapa y… ¡allí estaba el semblante pavoroso difunto! Quiso huir, más el mismo miedo la detuvo. Temblorosa, tomó el cuchillo y lo clavó una, dos, tres veces sobre el vientre del finado y con desesperación le despojó sus tripas y “punzún”. Entonces, corriendo regresó a su casa. Luego de recobrar su calma, preparó esa merienda macabra que, sin saberlo, su marido comió lamiéndose los dedos.
Esa misma noche, entre tanto María Angula y su esposo dormían, en los alrededores se escucharon aullidos lastimeros. María Angula despertó sobresaltada. El viento chirriaba misteriosamente en las ventanas, balanceándolas, mientras afuera, los ruidos fabricaban sus espantos. De pronto, por las escaleras, María Angula oyó el crujir de unos pasos que subían pesadamente hacia su cuarto. Era un caminar trabajoso y retumbante que se detuvo frente a su puerta. Pasó un minuto eterno de silencio, María Angula vio el resplandor fosforescente de un hombre fantasmal. Un grito cavernoso y prolongado la paralizó.

¡María Angula, devuélveme mis tripas y mi puzún que te robaste de mi santa sepultura!

María Angula se incorporó horrorizada y, con el miedo saliéndole por los ojos, contempló como la puerta se abría empujada por esa figura luminosa y descarnada. María Angula se quedó sin voz. Ahí, frente a ella, estaba el difunto que avanzaba mostrándole su mueca rígida y su vientre ahuecado:
¡María Angula, devuélveme mis tripas y mi puzún que te robaste de mi santa sepultura! Aterrada, para no verlo, se escondió bajo las cobijas, pero en instantes sintió que unas manos frías y huesudas la tomaban por sus piernas y la arrastraban, gritando:
¡María Angula, devuélveme mis tripas y mi puzún que te robaste de mi santa sepultura! Cuando Manuel despertó, no encontró a su esposa, y aunque la buscó por todas partes, jamás supo de ella.


viernes, 1 de diciembre de 2017

El hacha de diamante



Una vez un leñador muy pobre cortaba leña a la orilla de un río. Y tuvo la desgracia de que el hacha se le sato de las manos, cayó al agua y se hundió. El pobre leñador se lamentaba:

-¡Ay, pobre de mí! He perdido el hacha con la que me gano el pan para mi mujer y mis cinco hijos.

En eso escuchó unos pasos y de entre los árboles salió un hombre que le preguntó:

-¿Porqué se lamenta tanto?

-He perdido el hacha con que me gano el pan para mi familia- le contestó.

El hombre se lanzó al río y al poco rato salió con un hacha de oro entre las manos.

-¿Es ésta su hacha?- le preguntó.

-No, señor, la mía es de hierro.

El hombre volvió a sumergirse y salió con un hacha de plata.

-¿Será esta su hacha?- volvió a preguntar.

-No, señor, la mía es vieja y oxidada.

Por tercera vez el hombre se sumergió y esta ve salió con un hacha de hierro, vieja y oxidada.

-Esta sí es la mía -dijo el leñador muy contento-. No tengo como agradecerle el favor que me ha hecho.

Ya se iba el leñador cuando el hombre lo detuvo diciéndole:

-Llévese también las otras dos hachas. Se lo merece por ser honrado y no mentirme.

El leñador llegó contentísimo a su casa. Y le contó su mujer y a sus hijos lo que le había sucedido.

Un vecino ricachón oyó hablar de la suerte de leñador y se llenó de envidia. Fue a buscar una vieja hacha y con ella se dirigió al bosque. Al llegar a la orilla del río se puso a cortar leña. Y como quien no quiere la cosa, dejó que el hacha cayera al agua.

-¡Ay, que desgracia la mía!- se lamentaba con hipocresía.

Inmediatamente escuchó el ruido de pasos y una voz le preguntaba: -¿Porqué llora?

-¡Ay, señor!, he perdido mi hacha. El hombre se lanzó al agua y salió con un hacha de hierro.

-¿Es esta su hacha?- le preguntó. -No, la mía es mucho mejor.

El hombre se sumergió otra vez y salió con un hacha de plata.

-¿Será esta la suya?- volvió a preguntar. -Tampoco es esa, la mía es más fina. Por tercera vez, el hombre se sumergió y esa vez salió con un hacha de oro.

-¿Será esta por casualidad?- le preguntó. -¡Oh, sí! Esta si es mi hacha.

-Mírela bien -le dijo el hombre-, no sea que se equivoque porque en el fondo del río queda un hacha de diamante.

-Tiene razón, estoy equivocado. Es que el reflejo del sol me ha encandilado. Pero esta no es mi hacha, la mía es de diamante.

El hombre volvió a sumergirse en al agua llevándose las tres hachas y no se volvió a ver. Dicen que el vecino envidioso todavía está esperándolo a la orilla del río.